Este accesorio permiten estabilizar la cámara de los smartphones y al mismo tiempo controlarla y desplazar el teléfono para conseguir movimientos más constantes.
El DJI Osmo 4 permite dos formas distintas para agarrar el teléfono al estabilizador. La primera de ellas es mediante una abrazadera que sujeta el móvil si mide entre 6,7 y 8,4 cm de anchura con un grosor de entre 6,9 y 1 cm. Esto permite enganchar prácticamente cualquier smartphone actual del mercado.
La segunda ofrece una especie de aro que se coloca pegado a la parte posterior del teléfono. En este caso se limita a un sólo smartphones y no permite cambiar constantemente de uno a otro. Es decir tanto en el caso de la abrazadera como el aro, el estabilizador en sí se adhiere a ellos de forma magnética gracias a un potente disco de imán en ambas piezas. Con ello se puede poner en uso y deshabilitar el estabilizador de forma rápida y natural.
Cuenta con funciones como seguimiento de sujeto, controles por gestos y movimientos como zoom dinámico (una función para hacer dolly-zoom) y modo giro (que es el efecto vortex), autonomía de 15 horas gracias a la batería de 2,450 mAh.
El gimbal de DJI se conecta al teléfono y permite controlar la cámara para grabar vídeos o realizar fotografías. Su máximo objetivo es estabilizar la imagen, es decir, prevenir que la cámara realice movimientos bruscos al moverse y desplazarse. Para conseguir esto contrarresta en tiempo real los movimientos con sus motores y sistema de pesos para equilibrar la cámara.
